En el siguiente artículo hablaremos sobre el impacto del cine en Escocia. En concreto sobre ciertas películas que han influido considerablemente en el turismo que recibe este país.
El lanzamiento de la película “Braveheart” en 1995 tuvo un verdadero impacto en el turismo de Escocia. Braveheart fue un éxito rotundo, generando más de 200 millones de dólares, solamente en la taquilla de ventas, ganando 5 Oscars, incluyendo el de mejor fotografía.
No es fidedigna históricamente, sin embargo, pinta un retrato de Escocia que encaja en la narrativa popular subiendo el perfil del país para visitantes extranjeros (particularmente americanos).
Se dice que Braveheart ha añadido entre 7 y 15 millones de libras de beneficio al turismo escocés, solo en 1997. La industria del turismo de Escocia lo ha denominado como “efecto Braveheart”, y el número de visitantes al monumento Nacional a William Wallace se dobló el verano siguiente al lanzamiento de la película.
Esta película fue muy criticada por su falta de rigor histórico. Llevó a pensar a mucha gente que no es ficción, y que sus hechos históricos son ciertos. Diez años después de su lanzamiento, críticos de cine han llegado a señalar que ésta fue la peor de las ganadoras del Oscar a la mejor película.
El film de “Trainspotting” es una historia de drogadicción, crimen y pobreza, siendo unos tópicos que no inspiran a una campaña de turismo nacional.
El Traispotting de Irvine Welsh tomó el mundo literario en forma de tormenta. Finalmente VisitScotland (organismo oficial de turismo en Escocia) abraza la historia haciendo su promoción en campañas de turismo.
VisitScotland afirma que hay un interés creciente en el “turismo oscuro”, el cual puede conducir a sumergirse en los episodios más oscuros de la historia de Escocia. Por ejemplo, conociendo y visitando los campos de batalla de Bannockburn y Culloden.
Estos episodios oscuros de la historia de Escocia, cargados con violencia, violaciones y torturas, es ahora mismo uno de los principales conductores de la serie Outlander. Todo un éxito televisivo en América y Europa.
El caso particular de la Capilla de Rosslyn, que se dio a conocer al mundo a través de el “El Código Da Vinci”, una novela publicada en 2003. Se lanza a la gran pantalla en el 2006, basándose en la novela publicada anteriormente. La mayor parte de las escenas de interior de la capilla fueron rodadas en Rosslyn.
Esta película tuvo un impacto profundo en el número de visitantes a esta pequeña y espectacular capilla. Crecieron desde 34,000 en 2001 a 176,000 en 2006, permitiendo a los propietarios realizar un importante proyecto de conservación. Hoy en día los números superan los más de 150,000 visitantes anuales.
A la vista de esto, es muy claro que muchos visitantes se ven influenciados en lo que ven en TV o cine. Ciertamente hay un buen número de escenas icónicas en las pantallas a lo largo de estos años pasados. El valle de Glencoe que aparece en una de las recientes películas de James Bond, “Skyfall”. Y no puedo olvidarme de mencionar una de las imágenes más icónicas. Corresponde a la playa de West Sands en St. Andrews para la película de “Carros de Fuego”.
Fascinados y atraídos por la belleza de este país, los equipos de producción buscan con más frecuencia en Escocia, la ambientación, hechos históricos, paisajes o escenas para dar rienda suelta a la creación de una nueva película.