Con su paisaje dramático, sus montañas majestuosas, sus acantilados escarpados y un encanto que atrapa a cada visitante, Skye es un destino que invita a la exploración y la admiración. En este artículo hablamos de los mejores lugares que ver en la Isla de Skye y sobre cómo llegar a este rincón mágico de Escocia.
Cosas que ver en la Isla de Skye
Ubicada en la costa noroeste del país, la Isla de Skye es una de las islas más famosas de las Tierras Altas y la más grande de las Islas Hébridas Interiores. Sin duda una de las cosas imprescindibles que ver en Escocia. También es conocida como la Isla de las Hadas, por sus paisajes impresionantes que han alimentado leyendas e inspirado a escritores y artistas de todo el mundo.
Su reconocimiento es tal que muchos le llaman simplemente La Isla. Es posible recorrerla en un día, pero merece la pena disfrutar con calma de sus localizaciones entre las que se cuentan valles, castillos y acantilados mágicos en los que te sentirás en plena conexión con la naturaleza.
Skye puede presumir también de una historia increíble y llena de anécdotas. Ha sido refugio de marineros y reyes, y es el lugar de origen de uno de los mejores whiskys de Escocia. Para que aproveches al máximo tu visita, te contamos cuáles son las cosas que ver en la Isla de Skye.
Qué ver en Skye en un día
Tanto si viajas un día a Skye como si tienes previsto pasar varios días en la isla, hay lugares que son imprescindibles en tu itinerario. Estos 9 están entre nuestros imprescindibles.
El Old Man of Storr
El Old Man of Storr es uno de los lugares icónicos que no puedes perderte. Ubicado en la cresta de Trotternish, al norte de la isla, esta imponente roca vertical de 50 metros de altura se asemeja a la cabeza de un hombre y ha servido como punto de referencia para los marineros durante siglos.
Puedes contemplarla desde la carretera o embarcarte en una caminata de dos horas (ida y vuelta) para admirar su majestuosidad desde cerca. Este sitio es un paraíso para los amantes de la fotografía, especialmente al amanecer.
Cordillera de Quiraing
La cordillera de Quiraing, al norte de Skye, ofrece unas vistas impresionantes del entorno y es accesible desde la carretera principal. Un pequeño camino conduce a un amplio estacionamiento desde donde puedes apreciar las colinas y los páramos.
Para conseguir la mejor foto de este lugar, los momentos ideales son al amanecer y al atardecer, cuando la luz del sol resalta los relieves.
El castillo Dunvegan
El castillo de Dunvegan es uno de los castillos imperdibles de Escocia y una de las cosas que visitar sí o sí en la Isla de Skye. En su interior alberga una rica colección de pinturas, los tesoros del clan MacLeod y la famosa bandera de las hadas.
Está rodeado por unos jardines que te maravillarán por su riqueza botánica y sus especies exóticas. A sus pies, el lago del mismo nombre sirve de refugio a las focas que quieren estar a salvo de las ballenas que rodean la isla.
Fairy Glen, el Valle de las Hadas
Llegar a este valle puede ser algo difícil si no te acompaña un guía especializado en la zona, ya que ni siquiera encontrarás señalizaciones durante el camino. Pero te aseguramos que merece la pena. Un paisaje digno de cuento de hadas, con montes naturales, un verde que hipnotiza, y unas vistas que quitan la respiración.
Uno de sus principales atractivos son las fairy pools, piscinas naturales de agua cristalina en las que desembocan sendas cascadas.
Portree
Portree es la ciudad más grande de la Isla de Skye, cuyo nombre en gaélico se traduce como “puerto del rey”. Lo más llamativo de esta localidad es, precisamente, su puerto. Está salpicado de casitas coloridas que crean un paisaje inconfundible, escenario de películas como Harry Potter o La boda de mi novia. Desde Portree puedes hacer excursiones en barco para conocer de cerca la fauna marina local. Además, cuenta con muchísimos servicios como hoteles, restaurantes y tiendas.
Loch Ainort
Nada más llegar a la Isla de Skye siguiendo la carretera de la costa, atisbarás el Lago Ainort, rodeado por las colinas Cuilin. Sus orillas son hermosas y su bahía de aguas tranquilas realzan el paisaje montañoso. En esta zona podrás encontrarte también con algunas ovejas del lugar.
Los acantilados y el faro de Neist Point
Neist Point es probablemente el faro más famoso de Escocia. Situado en el extremo más occidental de isla, se trata de otra parada obligada en tu visita a Skye. Su torre blanca se alza imponente entre rocas escarpadas y vegetación. Si contemplas el horizonte desde aquí en un día de niebla, sentirás que estás en el fin del mundo. El camino para llegar allí es espectacular y las vistas de los acantilados y la bahía se quedarán grabadas en tu memoria.
Cascadas de Lealt
Las Lealt Falls, en la costa noreste de Skye, son otra joya natural que merece la pena ver de cerca. Un corto sendero te llevará hasta estas cascadas que caen entre dos imponentes acantilados. La foto es para enmarcar. Si vas a visitarlas, procura ir por la mañana o después de un día de lluvia para admirarlas en todo su esplendor.
Kilt Rock y Mealt Falls
Una de las particularidades de los acantilados de Kilt Rock la cascada Mealt es que pueden verse desde un mirador justo al lado de la carretera. Esto es perfecto si quieres evitar las caminatas. Los acantilados están formados por columnas verticales de basalto y toman su nombre de la falda típica escocesa, el kilt, ya que su forma y sus colores recuerdan al estampado tartán. Las Mealt Falls coinciden con la desembocadura del lago Mealt, con una caída de casi 60 metros que impresiona a todos los que la contemplan.
¿Cómo llegar a la Isla de Skye?
Se puede llegar a la Isla de Skye por carretera, tanto en autobús como en coche, o por mar, a bordo de un ferry.
Ruta en coche
Una de las rutas más habituales es llegar a la Isla de Skye desde Edimburgo. Comienza tomando la autopista M9 hacia el norte en dirección a Stirling y sigue después por la M80 y la A84 hacia el norte, por Stirling y Callander. Continúa por la A82, a través de las impresionantes Tierras Altas de Escocia. Esta carretera es famosa por sus paisajes espectaculares que convierten el trayecto en algo memorable. Llegarás a Fort William, uno de los puntos neurálgicos de las Highlands. Aquí puedes hacer una parada para visitar el Iverlochy Castle o la destilería del Ben Nevis. Siguiendo por la A82 llegarás a Invergarry, donde te unirás a la A87 hasta llegar al puente de Skye.
Llegar en coche a Skye, ya sea por tu cuenta o en un tour guiado, te permitirá explorar la isla a tu ritmo. Si has optado por un tour personalizado como los que ofrecemos en Escocia Tours, el guía podrá adaptar el itinerario y la visita a tus expectativas, recomendándote las paradas imprescindibles por el camino y los lugares de interés que no te puedes perder.
Recuerda que las carreteras en dirección a Skye pueden ser estrechas y sinuosas en algunos puntos, así que conduce con precaución y respeta las normas de tráfico. Esta es otra de las ventajas de optar por un tour guiado. Los guías suelen conocer el terreno en profundidad para asegurarte un trayecto seguro.
Llegar a Skye en autobús
Si prefieres coger un autobús para llegar a Skye, la compañía Citylink ofrece autobuses tanto directos como rutas con transbordos. Si viajas desde Edimburgo, puedes hacer escala en Glasgow con el Servicio 900 o en Fort William con el Servicio 913. Este funciona todos los días durante la temporada de verano, entre los meses de mayo y octubre. Inverness y Portree son también dos puntos de enlace habituales, con viajes hasta la isla todos los días. Desde Glasgow hay tres servicios directos al día y uno que pasa por Fort William.
Asegúrate de comprobar bien los horarios y de reservar tus billetes con anticipación, especialmente si viajas en temporada alta. Recuerda que la disponibilidad de autobuses a Skye puede variar según la época del año.
Una vez en la isla, puedes moverte por ella utilizando los servicios de autobús locales, que conectan diversas localidades y puntos de interés.
Viajar hasta la isla en Ferry
Las opciones para llegar por mar son algo limitadas en cuanto a salidas y destinos, pero ofrecen una opción de viaje única.
Las navieras ofrecen normalmente tres rutas a la isla: desde Mallaig, desde Lochmaddy y desde Tarbert. Podrás disfrutar de una hermosa travesía marítima hasta llegar a tu destino, en Armadale. Una vez aquí, podrás continuar tu viaje en coche o utilizar los servicios de autobús locales.
Otra opción es tomar el ferry desde Glenelg, ubicado en la costa continental, hasta Kylerhe. Este es un barco más pequeño y menos frecuentado, pero ofrece una experiencia única al cruzar el estrecho de agua conocido como el Kyle Rhea.