En el año 12.500 A.C. la fauna comienza a asentarse en Escocia. Migraciones de animales traen vida salvaje y mayor biodiversidad, al finalizar la última edad del hielo. Ocurre un poco más tarde que el resto de la isla por razones climáticas y de latitud.
Hace unos 10.000 años comienzan los primeros asentamientos humanos en Escocia. Después de esta última glaciación, los subsuelos todavía permanecían helados.
La tundra gana terreno y comienzan a llegar animales de pastoreo con la esperanza de abundancia de comida. Mamuts, rinocerontes lanudos, osos polares, bisontes, ciervos gigantes, zorros blancos, renos o los ancestros de la ganadería bovina doméstica, los uros. Perduran en esta tierra mientras Escocia está sumida en un clima sub-ártico. Ideal para ellos, ya que los espacios eran muy amplios y los predadores podían ser vistos desde distancias muy lejanas.
La tierra continuó calentándose, y el bosque reemplaza las praderas abiertas. Poco a poco estos animales abandonan estas praderas verdes o caen en la extinción. Empezaron a surgir bosques de álamos, abedules, olmos, avellanos, tilos, robles y pinos y con ellos nuevas especies de animales como jabalíes, corzos, alces, además de diferentes predadores como zorros, osos, gatos salvajes y lobos.
Los niveles del mar aumentan y desaparecen esos grandes mantos de hielo, surgiendo los primeros signos de vida humana en Escocia, dando paso a una nueva era, con la introducción de la agricultura, ganadería, y caza indiscriminada de varias especies de animales, causando la extinción de un número considerable.
Se pueden diferenciar tres grandes periodos que influyen sobre la vida salvaje en Escocia: una colonización natural después de la era del hielo, extinciones provocadas por el hombre, e introducción de especies invasoras. Una combinación de varias causas produjo fatales consecuencias, pérdida del hábitat original y persecución dieron lugar a la extinción del oso pardo, castor, lince, jabalí, alce o uro.
En Escocia actualmente hay una pequeña población de alces en el parque nacional de Cairngorms, resultado de una reintroducción.
A partir de la Revolución Industrial, que conllevaría a una Revolución verde, en el sector de agricultura y ganadería, algunas especies se veían como una amenaza. Es el caso del lobo que fue perseguido hasta la extinción. No sería la única víctima, caben destacar aves de presa, o el turón. El oso pardo se extingue en la Edad Media.
Nos encontraremos con especies invasoras, como por ejemplo el conejo, introducido por los normandos, en ocasiones se ve tal número que podemos verlos incluso en las rotondas de las carreteras.
El zorro, aunque no es una especie invasora, en poco tránsito y ajetreo, podemos verlos por la ciudad en horas nocturnas olisqueando entre restos de barbacoas que abandona la gente en los parques de la ciudad.
Algunas especies invasoras, y que son amenaza para el ecosistema es la ardilla gris americana, que desplazó gravemente a la endémica (ardilla roja). En estos momentos el 75% de ardillas rojas británicas viven en Escocia.
El ciervo sika, traído en el s. XIX un ciervo de tamaño medio originario de Oriente, que desplaza a la especie endémica (ciervo rojo).
El visón americano que se instaló aquí en 1920 a través de granjeros. Produce un gran impacto sobre la población de aves, atacando los nidos.
Muchas de las especies invasoras prosperaron gracias a la ayuda de la nobleza y la realeza, que deseaban piezas de caza en los alrededores de los castillos. En ocasiones estos futuros castillos comenzaron como casetas de caza. Una moda que causó estragos en el ecosistema.
Se llevan a cabo esfuerzos para recuperar especies perdidas en la fauna autóctona de Escocia. Existe un gran debate de volver a reintroducir al oso pardo, pero otras especies están teniendo una ligera recuperación como la ardilla roja. En los 80 y 90 se reintroduce el turón, que parece ser que se emparentó con el hurón doméstico, dando lugar a un híbrido. Son especies de aspecto muy parecido.
Escocia es uno de los lugares preferidos para la marta europea, aunque la marta americana comienza a amenazar su existencia. Siguiendo con la familia de los mustélidos el tejón es uno de los más comunes en los bosques escoceses.
El gato montés europeo tiene a Escocia como su único reducto en las islas británicas.
En 1550 desaparece el castor y se ha realizado una re-introducción recientemente. Como curiosidad, hay una población de marsupiales confinados en una isla del Lago Lomond, wallaby de cuello rojo. Alguien que los trajo de Australia, y se adaptaron a esta pequeña isla del lago.
Los reptiles no son abundantes. La víbora común europea es el único reptil venenoso de las islas británicas, otros tipos son la culebra de collar y lución. Algunos anfibios que habitan en Escocia son tritones, sapos y ranas.
No siendo parte de la vida salvaje, pero si uno de los animales más icónicos de Escocia, es la Hairy cow, la vaca peluda de las Highlands.
Por supuesto no podemos olvidar, aunque no sabemos si es un gran reptil primitivo u otro tipo de criatura, es el monstruo del Lago Ness o Nessie. Te contamos su leyenda?.
1 Comentario
ya quiero ir asu país , y disfrutar de esa naturaleza , en mi patria nunca he tenido la confianza de explorar la naturaleza por aquello de los terroristas , pero siempre boy lo mas lejos y deshabitado por el ser humano que se pueda , mientras mas tiempo paso en la ciudad , la contaminación y la rutina me llevan ala infelicidad , gracias por la lectura y descripción de sus tierras