Al contrario de lo que pueda parecer hoy en día, el inglés no ha sido siempre la lengua más hablada y popular de Escocia. A lo largo de sus siglos de historia han existido diferentes idiomas que han ido ganando y perdiendo protagonismo a medida que iban apareciendo otras opciones. ¿Quieres saber de cuáles hablamos? Entonces no te pierdas este post sobre qué idiomas se hablan en Escocia.
¿Cuál es el idioma que se habla en Escocia mayoritariamente?
A día de hoy el principal idioma que se habla en Escocia es el inglés, pero debes saber que existe una amplia variedad de acentos y dialectos diferentes. De hecho, los hablantes de las distintas zonas del país pueden sonar muy diferentes entre sí. ¿El motivo? El inglés escocés estándar es el resultado de la relación entre el gaélico, el escocés y el inglés después del siglo XVII.
Tanto es así que hasta los propios británicos consideran al inglés escocés como uno de los más difíciles. Sin entrar en temas de acento y pronunciación, que son un mundo aparte, te podemos adelantar que el inglés escocés posee muchas palabras y expresiones propias que proceden del escocés. Por poner algún ejemplo de palabras en escocés que escucharás seguro en tu viaje:
- “Sí” no es “yes”, sino “aye” y “no” es “naw”.
- “Fiesta” no se dice “party”, es “ceilidh”.
- En lugar de “great” para decir “genial” utilizan “bangin’”.
- Los niños no son “kids” son “bairns
- Apenas utilizan la palabra “small” o “little” para hacer referencia a que algo es pequeño, prefieren decir “wee”.
¿Qué idiomas se hablan en Escocia? Otras lenguas con las que convive el inglés
A pesar de que Escocia ha sido parte del Reino Unido desde el siglo XVIII, ha sabido conservar su propia cultura y las costumbres y tradiciones que convierten a este país en un lugar tan especial. Los idiomas que se hablan en Escocia, además del inglés, son una de las mejores pruebas de que la auténtica identidad escocesa sigue presente.
Idioma gaélico
El gáelico escocés es uno de los idiomas que se habla en Escocia más antiguos y con más historia. Surgió en Irlanda y, desde ahí, se fue expandiendo rápidamente a otros territorios celtas. En el siglo VI llegó a Escocia para convertirse en la lengua madre del país o, como por aquel entonces se llamaba, del reino medieval de Alba que ocupaba desde los Borders hasta Aberdeenshire, las Highlands y las Islas.
Sin embargo, la etapa de esplendor del gaélico escocés no duró para siempre y durante el siglo XI sufrió su primer revés con el reinado de Malcolm III y su esposa Margarita. Ella, anglosajona de nacimiento, no hablaba gaélico por lo que los hijos que surgieron de este matrimonio recibieron nombres anglosajones. Además, la reina llevó a Escocia a obispos y curas ingleses desplazando el gaélico de la corte y relegándolo a las zonas rurales.
El siguiente golpe llegaría a finales del siglo XVIII tras los turbulentos levantamientos jacobitas. En esta época el gaélico fue objeto de una enorme represión y las personas que hablaban esta lengua estuvieron durante siglos perseguidas. En 1872 esto se hizo todavía más evidente con una nueva ley de educación que imponía el inglés en las escuelas.
Aún así, hoy en día hay cerca de 60.000 personas que todavía siguen utilizando este idioma y el gobierno escocés lo ha reconocido como lengua oficial del país. Se trata de una lengua dotada de una gran riqueza musical y folklórica que todavía sigue presente en muchos de los nombres de pueblos, lagos o montañas de Escocia. Palabras como clan, loch o ceilidh provienen, de hecho, del gaélico.
Idioma escocés
El escocés o scots es otro de los idiomas que se hablan en Escocia. Se asocia principalmente a las Tierras Bajas, pero también puede encontrarse en algunas zonas de las Tierras Altas.
Las primeras personas que hablaban el idioma que dió origen al scots llegaron al sur de Escocia en el siglo VI y comenzaron a asentarse. Pero hubo que esperar hasta el siglo XII para que aparecieran las primeras muestras de un escocés más parecido al que conocemos hoy en día. En esta época la variedad del inglés norteño que se hablaba en Escocia empezó a diferenciarse del hablado en Inglaterra, dando lugar al escocés o scots.
Entre los siglos XIV y XVI, el escocés fue ganando muchísimo terreno. Sobre todo después de la Reforma Protestante, porque la población asociaba al gaélico con el catolicismo. Sin embargo, igual que ocurrió con este idioma, el inglés acabó desplazando al scots a las zonas rurales y a la clase obrera durante los siglos XVI y XVII.
La parte positiva es que el escocés nunca llegó a morir del todo gracias a los esfuerzos de escritores como Robert Burns, Allam Ramsay, Robert Fergusson e incluso Walter Scott. Gracias a ellos casi un 30% de la población actual de Escocia habla escocés e, igual que el gaélico, está reconocida como lengua oficial del país.