Robert the Bruce fue elegido para ser Rey de los Escoceses y liderar la lucha de la independencia por Escocia, contra Eduardo I de Inglaterra.
Las campañas militares culminaron con la gran batalla de Bannockburn, cerca de Stirling, el 24 de Junio de 1314, y por aquel entonces el castillo de Stirling era el único en manos inglesas.
En 1320 se escribe la Declaración de Arbroath al Papa de entonces, probablemente el documento más importante de la historia escocesa, reclamando el derecho de autodeterminación de sus gentes y monarquía.
En 1324 el Papa reconoce a Robert the Bruce como rey legítimo de una Escocia independiente.